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Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria

El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) es el encargado de ejecutar las políticas en lo referente a la salud y sanidad animal y vegetal, programando las tareas necesarias para diagnosticar, prevenir, controlar y erradicar las enfermedades y plagas de los mismos.

Los programas de Sanidad Animal y Fiscalización Agroalimentaria son los de mayor importancia en cuanto a los montos asignados, ya que representan el 38,0% y el 28,8 del crédito vigente del organismo, respectivamente. En cuanto a la ejecución, con respecto a igual período del ejercicio pasado, la mayor variación negativa se observa en el programa de Sanidad Animal debido, fundamentalmente, al estado de emergencia sanitaria declarado en los años 2001 y 2002 como consecuencia de la reaparición y control de la fiebre aftosa.

La emisión de autorizaciones fitosanitarias de importación mostró una demanda inferior a la esperada. Por su parte, no se recibieron solicitudes para autorizaciones fitosanitarias de importación de organismos de control biológico.

La menor cantidad de lotes cítricos certificados como libre de cancrosis, se generó como consecuencia de la mayor incidencia de esta enfermedad.

Por su parte, la menor cantidad de inspecciones realizadas para la habilitación de viveros como expendedores de material certificado se debió a que el sistema de fiscalización se encuentra en la etapa de diseño.

La menor ejecución en habilitación de predios cuarentenarios se generó como consecuencia de una menor demanda por parte del sector importador. Con respecto al control de focos de plagas así como a la capacitación en temas fitosanitarios se produjo una ejecución inferior a la programada debido a la insuficiencia de fondos.

La menor cantidad de visitas realizadas para la operación de red de trampeo para picudo algodonero en las zonas afectadas se generó como consecuencia del rediseño de la red de trampeo. Asimismo, las hectáreas protegidas para la prevención del picudo algodonero mostraron un desvío negativo debido a que la superficie real sembrada de algodón fue inferior a la estimada.

En cuanto al diseño de sistemas de garantías cuarentenarias para exportaciones, presentó un resultado inferior al esperado en función de retrasos ocurridos, durante el primer trimestre, en la aprobación de los sistemas para la exportación a Brasil de plantines de frutilla y material de propagación de vid.

Por su parte, la capacitación y los controles en temas cuarentenarios fueron reprogramados para el próximo semestre.

 

Los desvíos observados en control de biológicos; control de equipos de diagnóstico; análisis de alimentos; análisis de aditivos, envases y conexos; análisis de medicamentos veterinarios y de productos vegetales, agroquímicos e inoculantes se generaron como consecuencia de fluctuaciones del mercado.

Las variaciones entre lo programado (en función de la experiencia histórica) y lo efectivamente realizado se producen en virtud de la demanda real.

 

La mayor cantidad de buques pesqueros y de alimento de origen pesquero fiscalizados se debió a la reactivación de plantas como consecuencia del aumento de las exportaciones.

La fiscalización de la faena de aves mostró un desvío negativo, como consecuencia de la disminución de la demanda originada en el aumento en los precios.

Por su parte la fiscalización de la faena de bovinos presentó un desvío negativo debido a la baja en el consumo interno, originada en el aumento de los costos y de los precios, y a una disminución de establecimientos para la exportación.

La fiscalización de la faena de ovinos fue inferior a la programada porque factores climáticos ocasionaron la disminución de la faena, en tanto que la faena de porcinos, se vio afectada por la apertura de las importaciones de dicho producto.

El desvío observado en la fiscalización de alimentos de origen lácteo se debió al cierre de plantas por razones comerciales. Con respecto a los alimentos de origen apícola, la producción argentina de miel continúa en constante aumento desde finales de la última década a la fecha, sin embargo, el consumo interno de dicho producto se mantiene en los más bajos valores históricos para nuestro país. Por su parte, durante el año 2001, la República Popular China, competidor por excelencia de nuestro país en el mercado internacional de la miel, quedó excluido del mercado de la Unión Europea, por presencia de sustancias prohibidas en distintos productos alimenticios, lo que motivó que el precio internacional de la miel de exportación, sufriera un aumento de U$S 0,90 por kilogramo a U$S 2,20 por kilo en su momento pico. Además, la devaluación del peso argentino en el año 2002, sumado al aumento internacional del precio de la miel, modificó el precio interno de la miel de $ 0,90 (del año 2001) a $ 8,50 en sus momentos pico, generando esto un aumento en la producción local, con excelentes saldos exportables, como consecuencia debió fiscalizarse una mayor cantidad de alimentos de origen apícola.

En cuanto a los certificados sanitarios expedidos para productos alimenticios y animales de exportación y de importación, su variación se originó por el flujo comercial de exportación e importación.

Las variaciones en los controles en puertos y aeropuertos y en aduanas secas y pasos fronterizos se debieron a fluctuaciones propias del comercio internacional.

El programa de Sanidad Animal, es el encargado de asegurar el status sanitario del país implementando las medidas indicadas en el análisis de riesgo, que básicamente indica los pasos a seguir para poder erradicar la aftosa de la Argentina. Asimismo, las diferentes estrategias contempladas en el Plan de Erradicación de la Fiebre Aftosa, se describen a continuación:

La situación epidemiológica de la fiebre aftosa en la República Argentina mantiene su evolución favorable, sin ocurrencia de casos clínicos, habiendo transcurrido a la fecha más de 18 meses desde la presentación del último foco (6 enero de 2002).

En el año 2003 se llevan registradas 36 denuncias de casos confundibles con fiebre aftosa, las cuales han sido desestimadas en su totalidad, de acuerdo a los procedimientos y la normativa establecida para estas situaciones.

Por las acciones de vigilancia activa en las inspecciones clínicas llevadas a cabo durante el año en curso, no se ha detectado sospecha de la enfermedad. Entre dichas acciones se encuentran las inspecciones ante y post mortem en frigoríficos; predespachos de tropas con destino a faena exportación; vacunaciones de bovinos; despachos oficiales por garrapata; inspecciones en remates ferias, exposiciones y mercados terminales, acciones sanitarias de control y de vigilancia de los diferentes programas, entre los que se incluyen muestreos por el Plan de Residuos, acciones de vigilancia; otras. Estas actividades permitieron inspeccionar un total de 63.063.452 de animales susceptibles.

Además de las inspecciones arriba mencionadas se cuenta con las acciones de vacunación llevadas a cabo por los entes sanitarios, mediante las cuales se vacunan 56 millones de animales a nivel país por período, lo que permite prevenir y controlar la Fiebre Aftosa.

Los desvíos observados en la emisión de certificados para el transporte de animales y en la autorización de tránsito para animales se debió a la variabilidad propia del movimiento del ganado, que depende entre otras causas de factores clímáticos.

 

Instituto Nacional de la Propiedad Industrial  Servicio Geológico Minero Argentino

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