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MINISTERIO PÚBLICO
1- Administración Central
Procuración General de la Nación
Programa: Ejercicio de la Acción Pública y Defensa de la Legalidad
El
programa atiende al desenvolvimiento de una de las funciones esenciales del
Estado, que es la persecución en sede penal del castigo de quienes delinquen,
así como la defensa en juicio (en representación de la sociedad) de la
legalidad, la supremacía constitucional y la jurisdicción de los tribunales nacionales.
Estas funciones estatales son cumplidas a través de una magistratura
particular, autónoma respecto de la de los jueces, con quienes colabora en la
administración de justicia.
El
Ministerio Público Fiscal está dirigido por el Procurador General de la Nación,
quien actúa en una doble función. Es por un lado el Fiscal ante la Corte
Suprema de Justicia de la Nación y se desenvuelve como tal en los asuntos
judiciales en los que tiene intervención este Cuerpo, dictaminando en las
causas judiciales que a tal efecto le son remitidas. Es por otro lado la autoridad
superior de todos los fiscales y en tal sentido coordina su accionar,
estableciendo, entre otras potestades y deberes, las pautas de la política
criminal del Estado.
En
la primera función, colaboran con él los señores Procuradores Fiscales ante la
Corte Suprema de Justicia de la Nación, dos en la especialidad Derecho Penal,
uno en Derecho Público no Penal y uno en Derecho Privado. En la segunda
función, el Procurador General es auxiliado por los señores titulares de la
Fiscalía General de Formación, Capacitación y Estudios Superiores y la Fiscalía
General de Política Criminal, Derechos Humanos y Servicios Comunitarios y
cuenta con una estructura técnica y administrativa que permite que el organismo
se desarrolle con total independencia del Poder Judicial, tanto en lo relativo
al orden administrativo como a la planificación y desarrollo de proyectos
propios de la institución.
En
materia de derecho penal, durante 2006, ingresaron 527 expedientes desagregados
de la siguiente manera: cuestiones de competencia (80%), quejas (13%), juicios
originarios (3%), recursos extraordinarios (2%) y extradiciones (2%). Con
respecto al área de derecho privado, desde octubre de 2005 a septiembre de 2006
ingresaron 1.666 causas discriminadas de la siguiente manera: 442 conflictos de
competencia, 760 recursos de hecho, 456 recursos extraordinarios, 2 de
jurisdicción originaria y 6 presentaciones varias.
En
cuanto a la política criminal, durante 2006 la fiscalía destinó sus recursos
materiales y humanos a la persecución de los crímenes cometidos por el
terrorismo de estado, y en especial, por la dictadura cívico-militar que usurpó
el poder entre marzo de 1976 y diciembre de 1983. En este sentido, se
realizaron acciones en todo el país tendientes a consolidar las investigaciones
penales en curso y a reabrir casos que se encontraban paralizados.
En
el área de tutelas especiales, se atendió a casi un millar de nuevas víctimas
de delitos y se mantuvo la asistencia a otras que se habían vinculado al área
en períodos anteriores. En virtud de la cantidad de casos asistidos se
mantuvieron las intervenciones y derivaciones destinadas a proporcionar
asistencia jurídica, psicológica, médica y social. De igual modo, persistió la
necesidad de requerir la asignación de custodias o el otorgamiento de
subsidios.
Durante
2006 se continuaron los cursos, talleres y seminarios destinados a profundizar
el conocimiento y destrezas en las diversas materias que interesan a la
actuación del organismo. También se realizaron jornadas especiales de capacitación
y actividades en el interior del país.
Defensoría General de la Nación
Programa:Representación, Defensa y Curatela Pública Oficial
Este
programa atiende al cumplimiento de una función específica del Estado, que
consiste en garantizar la asistencia jurídica de todo ciudadano que pueda verse
involucrado en un proceso penal, así como la representación y defensa de los
menores e incapaces y la curatela de los menores abandonados o huérfanos. Cabe
alegar, que dicha asistencia no sólo procede para personas carentes de recursos
económicos, sino también con respecto a quienes opten por esta vía, en los
procesos de naturaleza civil, comercial, contencioso administrativo o laboral,
etc. Otro de sus objetivos es coadyuvar con el
desarrollo de las defensorías provinciales.
La función de la curaduría pública es ejercer la
representación legal de las personas incapaces mayores de edad. La tutoría pública tiene por finalidad dotar
de un representante a los menores no sujetos a patria potestad. Entre los logros
principales alcanzados durante 2006 se mencionan: la generación de un sistema
informatizado completo y confiable que permitió obtener información vital para
el control de gestión y la elaboración de las rendiciones de cuentas; la
creación de áreas de Coordinación Psicológica y Trabajadores Sociales y la
implementación de un programa de visitas institucionales con la asistencia
mensual de los curadores públicos a los distintos establecimientos
psiquiátricos, geriátricos y asistenciales (públicos o privados) donde se
encuentran internados los curados.
En el caso de los niños, niñas y adolescentes, la
sanción de la Ley Nº 26.061 de Protección Integral señaló la necesidad de
efectuar las recomendaciones de los Defensores Públicos de Menores e Incapaces
a fin de adecuar su actuación a la nueva normativa. En este sentido se
promovieron encuentros de discusión y análisis y se inició un proceso de
intensificación de los vínculos establecidos con las autoridades de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, en virtud de la nueva asignación de competencias. De
igual manera, se promovieron acciones para fortificar la defensa ante distintos
fueros e instancias y se pusieron en funcionamiento nuevos programas e
iniciativas de atención y seguimiento de problemáticas específicas (tratamiento
institucional de menores, inmigrantes, mujeres, necesidades sociales).
En cuanto a la capacitación en temas de Defensa
Pública, durante 2006, en conjunto con la Unión de Empleados de la Justicia, se
organizó un curso de formación destinado específicamente a empleados del
Ministerio Público que tuvo particularmente en cuenta el trabajo que se
desarrolló en las distintas defensorías. Con el objetivo de lograr una mayor
presencia institucional, se realizaron publicaciones periódicas y se creó la “Revista del Ministerio Público
de la Defensa” que se presentó como un espacio de diálogo destinado a conformar
y fortalecer ideales democráticos y afianzar el rol de garante de los Derechos
Humanos del Ministerio Público de la Defensa.
Con respecto a la asistencia de las Defensorías
Oficiales con asiento en el interior del país, se trabajó para optimizar sus
insumos y para establecer un servicio de Internet de banda ancha que permita
una comunicación permanente en tiempo real. También se estableció una “Comisión
del Interior” con el objetivo de dotarlos de una representación permanente que
canalice sus inquietudes y se designó como integrantes a defensores
provenientes de cada una de las instancias en las que se divide la prestación
del servicio en el interior del país.
En el ámbito de las relaciones internacionales,
cabe destacar la activa participación del Ministerio Público en tres foros de
particular relevancia: la Asociación Interamericana de Defensorías Públicas, el Bloque de Defensores Oficiales del
MERCOSUR y la Reunión Especializada de Defensores Públicos Oficiales del
MERCOSUR. Asimismo, durante 2006, la Defensoría General de la Nación resultó
elegida para transferir buenas prácticas en materia de defensa pública a la
República Oriental del Uruguay y a la República de Bolivia. Se seleccionaron
experiencias exitosas factibles de ser transferidas: la “Comisión de Cárceles”,
el “Programa de atención a las problemáticas sociales y relaciones con la
comunidad” y el “Programa para la aplicación de Tratados Internacionales de
Derechos Humanos en el ámbito interno”.