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ANEXO K

 

ACONTECIMIENTOS FINANCIEROS RELEVANTES DEL PERÍODO

 

 

Durante el año 1999, se recurrió al mercado de capitales por un monto de $15.2 mil millones tanto para financiar las amortizaciones de la deuda pública así como para atender el déficit fiscal previsto. Adicionalmente, se desembolsaron créditos de Organismos Internacionales por $ 1.4 mil millones. De estos montos, $ 11.6 mil millones se utilizaron para financiar las amortizaciones de la deuda pública así como atender un déficit fiscal de $ 7.095 millones. El exceso de financiamiento permitió operaciones de recompra de deuda e incrementar el colchón de prefinanciamiento.

 

El volumen de captación de fondos ubica a la República entre los principales captadores de deuda soberana de los países emergentes.

 

La política de financiamiento en el mercado de capitales se basa en cuatro pilares fundamentales, los cuales ayudaron a mitigar el riesgo de refinanciación y a bajar el riesgo país. Primero, incrementar la madurez de la deuda, que asciende a aproximadamente 8 años. El segundo elemento fue la creación de una reserva (colchón) de liquidez, con el fin de contar con fondos contingentes para enfrentar períodos de emergencia financiera. En este sentido, durante el año 1999 se mantuvo como Fondo estrictamente contingente el Acuerdo de Facilidades Extendidas de Argentina con el FMI, que ascendía a $2.8 miles de millones de dólares y que fue reemplazado recientemente por un Stand By de $7.4 miles de millones de dólares.

 

El tercer pilar fue la diversificación de las fuentes de financiamiento, nuestro país tiene presencia en los mercados del dólar, euro y yen, asegurando así distintas bases inversoras. Y por último la implementación de nuevos instrumentos de financiamiento y de un sistema de creadores de mercado que ayudaron a desarrollar el mercado local de deuda (Bontes y Letes) iniciado en 1996, integrándolo al mercado internacional, bajando costos y eliminando trabas burocráticas.

 

Estas políticas apuntan a consolidar la presencia del país en los mercados internacionales de crédito, para lo cual es necesario mantener el Programa de Euronotas a Mediano Plazo y la registración ante la Securities and Exchange Commission (SEC) de los Estados Unidos, como así también profundizar y mantener los vínculos con las agencias calificadoras de riesgo.

 

Otro aspecto a considerar de las políticas definidas consiste en medir y controlar los riesgos por fluctuaciones de tipo de cambio y de tasas de interés, para lo cual es necesario desarrollar un sistema integral de manejo de la cartera de pasivos del Gobierno y avanzar en operaciones de cobertura de riesgos financieros y en el desarrollo de nuevos instrumentos complementarios. A estos efectos se prevé instrumentar un programa de Administración de pasivos, con financiamiento del BID.Este programa implica una política activa de inversiones financieras con el propósito de minimizar el riesgo de las colocaciones.

 

En este contexto, se realizaron una serie de colocaciones en el mercado internacional de capitales y se continuó con el esquema de licitaciones periódicas de nuevos instrumentos de deuda pública en el mercado local.

 

El total de colocaciones en el mercado internacional ascendió a $ 11.9 mil millones a un plazo promedio de 7.6 años y a un margen promedio de 594 puntos básicos sobre la tasa del tesoro norteamericano. Las principales colocaciones se realizaron en EUROS y Dólares, de las mismas se destaca la colocación del primer Bono, cero cupón, garantizado por el Banco Mundial por un monto que asciende a $1.5 mil millones. Este bono alcanzó la  calificación  “Investment Grade” de acuerdo a las agencias Standard and Poor´s, Duff and Phelps y Fich-Ibca, hecho que permitió ampliar la base de inversores en títulos públicos argentinos, ya que algunos se encontraban con restricciones regulatorias, no pudiendo posicionarse en bonos de países con una calificación crediticia inferior a “Investment Grade”, como el caso de la Argentina.

 

Cabe mencionar que del paquete de créditos acordados con los Organismos Internacionales por $ 4.5 mil millones en el año 1998, $ 2 mil millones fueron desembolsados en el año 1998. De los restantes $2.5 mil millones, fueron desembolsados $1.35 durante el año 1999 y se preveen desembolsar $ 0.9 mil millones en el año 2000. Los restantes $ 250 millones se utilizaron como garantía del Banco Mundial para la emisión del bono Cero Cupón.

 

En el mercado local de deuda , se colocaron durante el año 1999 un total de $ 5.3 mil millones de dólares en bonos del tesoro (Bontes) a 2, 5 y 30 años de plazo. Adicionalmente se renovó el stock de Letesy se incrementó el mismo en 300 millones de pesos, llevando el stock en circulación a $4.2 mil millones. En relación a los mismos, cabe señalar el éxito de las colocaciones efectuadas, cumpliéndose los objetivos en términos de las condiciones financieras alcanzadas y los volúmenes de las ofertas recibidas. La experiencia de la participación de importantes inversores institucionales como las Administradoras de Fondos de Pensión, Fondos Comunes de Inversión y compañías de seguros permiten prever un desarrollo sostenido de dicho mercado. Adicionalmente durante el año 1999 se inició la colocación de un nuevo instrumento (Pagaré-Bono) diseñado para atender la demanda de las Entidades Financieras locales. Las licitaciones públicas de este instrumento con vencimiento en el año 2001, alcanzaron un monto de $ 1.4 mil millones.

 

Las operaciones de canje de deuda pública (Exchange) realizado durante el año 1999 alcanzaron un monto de $ 4.4 mil millones. Las mismas implicaron el rescate de bonos Brady (Par y Discount) mediante la emisión de Bonos Globales con vencimiento en el 2009, 2017, 2029 y del Bonte 2027. Así como también el canje de Bocones, FRB, Euronota 2002 en pesos, Bono tasa variable en US$ y el Bono de Tesorería a 10 años, a cambio de la emisión del Bonte 2001 y 2004.

 

Los objetivos seguidos por la República en estas operaciones fueron los siguientes: a) Obtención de un valor presente neto positivo de la operación y de esta manera generar un ahorro neto para el Tesoro. b) Reducción del valor nominal de la deuda pública. c) Reducir o al menos no aumentar los pagos de amortizaciones en el futuro cercano. d) Establecer nuevos puntos de referencia (benchmarks) de largo plazo en la curva de rendimientos de bonos globales en dólares. e) Proporcionar a los inversores en títulos públicos de Argentina, un bono con 100% riesgo argentino, en lugar de instrumentos con una combinación de riesgos americano y emisor.

 

En cuanto a las cotizaciones de los principales instrumentos de la deuda pública en el mercado secundario mejoraron significativamente, respecto a los observados a mediados del año 1998. El índice EMBI de Argentina sufrió un leve aumento en enero de 1999 debido a la repercusión de la devaluación Brasileña, alcanzando un valor de 1094 puntos básicos por encima de las tasas del Tesoro Norteamericano. Para el resto del año el índice se mantuvo cercano a los 700 puntos básicos, excepto en el mes de agosto que sufrió picos de 925 puntos básicos, producidos por la incertidumbre generada con el advenimiento de las elecciones presidenciales que se dieron lugar en Octubre de 1999.

 

Resulta conveniente destacar que se continuó con el mantenimiento de flujos de información hacia las agencias internacionales calificadoras de riesgo a los efectos de asegurar una adecuada comprensión de la evolución de la política económica argentina. La Argentina mantuvo la calificación que tenía el año 1998, que está a dos escalones del grado apto para la inversión (Investment Grade), excepto para la calificadora de riesgo Moody´s que redujo el rating crediticio Argentino. Alcanzar el nivel “investment grade” permitiría a la República ampliar la base inversora y disminuir el costo de financiamiento.

 

En 1999, se continuó con el programa de consolidación de deudas correspondientes a los causas de personas desaparecidas por motivos políticos, instrumentadas a través de la colocación de Bocones.

 

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